Las tarjetas de crédito son el principal medio de pago en supermercados de Argentina con un crecimiento del 300% anual. Las cuotas y los beneficios que ofrecen las grandes marcas y retailers explican esta preferencia.

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De acuerdo a la última encuesta de supermercados del Instituto de Estadísticas de Argentina (INDEC) publicada en junio, las tarjetas siguen ganando terreno en el país. El 43,6% de las compras en supermercados se pagaron con tarjetas de crédito y un 30,7% con tarjetas de débito. En tercer lugar quedó el efectivo, con un 17,5%. Y en cuarto lugar, con un 8,2%, “otros medios”, que incluye transferencias inmediatas, QR, cupones, etc.

Además de la composición también es llamativo el ritmo de crecimiento. El segmento que más creció en el último año es “otros medios”, con un 495%, y el que menos es el efectivo, con apenas 128%. Las tarjetas de crédito crecieron un 304 % respecto de 2023 y las de débito, 238% (en montos nominales, vale aclarar en un país con alta inflación).

Esta tendencia también se verifica en los datos del Banco Central de la República Argentina, que en su informe de mayo muestra que las operaciones con tarjeta de crédito crecieron un 13,3% en volumen de transacciones. En monto de operaciones, las de crédito se llevaron el 54% de las operaciones totales con tarjeta, versus un 42% de las de débito y un 4% de las prepagas.

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Este protagonismo de las tarjetas de crédito se explica por dos motivos:

• El acceso a financiación y el pago en cuotas
• Beneficios que marcas de tarjetas y retailers ofrecen a sus clientes

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En los últimos meses, la baja de la tasa de interés instrumentada por el Banco Central (en mayo llegó al nivel más bajo desde 2022) y la caída general de las ventas impulsaron a bancos y comercios a ofrecer promociones y cuotas sin interés. Del otro lado del mostrador, los consumidores acuden al crédito para realizar sus consumos y eso explica en buena medida la preferencia por las tarjetas.

Por otro lado, en un mercado de alta competencia, la estrategia de los bancos apuesta cada vez más a diferenciarse por los beneficios y descuentos exclusivos que ofrecen a sus clientes, potenciando aún más el uso del plástico. Lo mismo ocurre con las tarjetas de crédito de las cadenas de retail, que comprendieron que ofrecer crédito (aún en un entorno volátil como el argentino) es una buena estrategia de fidelización.

La tecnología juega un rol crucial en este fenómeno, tanto del lado de los consumidores finales como de los comercios. En la última década, compañías como Geopagos le han permitido a bancos y fintechs ofrecer soluciones, tanto para el cobro presente como el online, a miles de comercios y emprendedores de todo el país. Esto ha ampliado el alcance de las tarjetas a una escala sin precedentes, lo cual desplaza al efectivo y amplía la competencia, mejorando a su vez las opciones para los consumidores.

Las tarjetas de crédito, además, son protagonistas estelares de las billeteras electrónicas. Independientemente de su formato plástico o digital, tienen una misma fortaleza: posibilitan un uso más eficiente del dinero. Por encima de esto, la tecnología agrega trazabilidad, transparencia y la posibilidad de hacer compras online, en cuestión de segundos, a la distancia que sea. Las tarjetas de crédito seguirán teniendo un rol cada vez más protagónico en el universo de los pagos, con cada vez más actores involucrados en este mercado.